Ante el nuevo intento del Gobierno de Estados Unidos (EE.UU.) de desestabilizar a la República Bolivariana de Venezuela, ofreciendo una recompensa “ridícula” por la captura “vivo o muerto” del Presidente Nicolás Maduro, el ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores, Yván Gil, exhortó este martes a la Comunidad Internacional a condenar este hecho terrorista e injerencista que constituye una violación flagrante de la Carta de las Naciones Unidas.
“Es necesario que todas y todos condenemos este tipo de actitudes. No es posible que desde un Gobierno se ponga precio a la cabeza de cualquier presidente o jefe de Estado o de Gobierno del mundo y eso pase con total impunidad, pero lo más grave aún es que hemos visto cómo el imperialismo, usando sus métodos de información de guerra psicológica, ha dejado correr la idea de que hay un decreto secreto del presidente (Donald) Trump que autoriza a su ejército a combatir, lo que ellos denominan, los carteles de las drogas, en una clara alusión a justificar una locura, un ataque a Venezuela, a México, a Colombia o a cualquier otro país que ellos consideren que hay un cartel de la droga”, alertó.

Durante un encuentro con el Cuerpo Diplomático acreditado en Caracas, desarrollado en la Casa Amarilla “Antonio José de Sucre”, el Canciller aseguró que EE.UU., a través del Comando Sur, no solo quiere atacar a Venezuela, sino a toda América Latina para lograr una “desestabilización completa” que permita satisfacer los intereses económicos y geopolíticos de la élite occidental.
Bajo esta narrativa, Gil enfatizó a la Casa Blanca que América Latina no será nunca un territorio de guerra, porque si ellos vienen con balas, el pueblo latinoamericano se alzará para responder de manera contundente con resistencia.
“Es necesario, repito, y es el principal elemento que queríamos transmitir: que ustedes puedan enviar a sus países esta alerta que hacemos, no desde el temor, ni desde el miedo, sino desde la acción. Esto se lo pueden aplicar a cualquier país, a nosotros nos lo han aplicado durante 26 años y no han podido ni podrán, pero se lo quieren aplicar a todos los países en América Latina. Estamos ante una coyuntura extremadamente grave del orden mundial, pero nosotros tenemos voz y moral para decirlo y anunciarlo al mundo”, advirtió.

Para el diplomático, la firma por parte del presidente Barack Obama de la Orden Ejecutiva 13692, del 8 de marzo de 2015, que declara a Venezuela como una “amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos”, fue el preludio de las agresiones de las que ha sido víctima la nación suramericana.
“Se trata del peor de los ataques, la peor de las agresiones que hemos vivido como República en más de 215 años de nuestra fundación en el año 1810; un ataque que tomó todas las formas habidas: bloqueos a nuestro comercio internacional, sabotaje a nuestra industria -tanto petrolera como de producción de bienes y servicios-, sabotaje a nuestra moneda, el Bolívar, y todas las versiones que podamos ver de ataques económicos, incluso en una categoría inhumana”, condenó el titular del despacho diplomático.
Gil indicó que, a pesar de las agresiones, Venezuela sigue encaminada hacia la prosperidad, logrando establecer una ruta de desarrollo que se visualiza en 17 trimestres consecutivos de crecimiento económico, recuperación de la industria petrolera, pero lo más importante es alcanzar el hito de la soberanía y seguridad alimentaria.
“Afortunadamente, las instituciones de la Revolución Bolivariana son extremadamente robustas, porque están basadas en el Poder Popular, en el apoyo popular, pero, además, en una fórmula de unidad de todas las fuerzas vivas de la nación, principalmente la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB); una unidad cívico militar que nos permite darle una estabilidad al pueblo de Venezuela, basada en los principios de la democracia participativa y protagónica”, sentenció.
