Durante el Debate General del 80 período ordinario de sesiones de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se desarrolla en Nueva York, el ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores, Yván Gil, ratificó -en nombre del Presidente Nicolás Maduro- el compromiso de Caracas con la construcción de un “mundo de respeto al derecho internacional, sin imperios hegemónicos ni guerreristas, donde los pueblos del Sur Global” vean garantizados el “derecho a la paz y al futuro”.
Bajo esta narrativa, indicó que Venezuela es solidaria con la lucha por la independencia del heroico pueblo de Palestina y en consecuencia, demanda el “fin del genocidio del régimen sionista de Israel” y condena los “ataques contra la integridad territorial y la soberanía de la República Islámica de Irán”.
Igualmente, extendió la solidaridad con Cuba, Nicaragua, Belarús, Corea del Norte, Eritrea, Irán y Zimbabue, exigiendo, “junto al mundo, el levantamiento del bloqueo asesino y criminal”.
“Venezuela reafirma la posición del Libertador Simón Bolívar de alcanzar -más temprano que tarde- la emancipación definitiva del pueblo de Puerto Rico y la fundación de una República independiente, libre y soberana. Renovamos también nuestro respaldo a la justa causa del pueblo saharaui”, sentenció, al tiempo que expresó el respaldo al presidente de la Federación de Rusia, Vladímir Putin y al “noble pueblo ruso en su lucha contra el neonazismo y la agresión militarista de Occidente”, así como al mandatario de la República Popular China, Xi Jinping, por su esfuerzo en la “construcción de una comunidad de destino compartido”.
“Ratificamos la posición histórica de acompañar al valiente pueblo argentino en la recuperación de sus Islas Malvinas. Y en su lucha por no convertir a Argentina en una base militar extranjera que amenace la paz del continente”, agregó el diplomático venezolano.
Gil recordó, además, el compromiso absoluto de Venezuela con el Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de las Naciones Unidas, que “agrupa a los gobiernos que nos planteamos el rescate del Sistema de Naciones Unidas, que ha caído en una decadencia peligrosa que amenaza con su propia extinción”.
