El representante permanente de la República Bolivariana de Venezuela ante la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), Hector Constant Rosales, denunció las múltiples amenazas que existen hoy en la esfera mundial, alentadas por una concepción hegemónica de las relaciones internacionales, que conllevan un nuevo riesgo de carrera armamentista de consecuencias impredecibles y reproducen un escenario que debe llamar a la urgente reflexión.
Particularmente, enfatizó en el inusual despliegue de fuerza militar extrarregional en el mar Caribe, que genera serias dudas sobre su verdadera motivación y viola los principios y normas de la Carta de Naciones Unidas.
Esta declaración se efectuó en el marco del 110º período de sesiones del Consejo Ejecutivo del organismo, celebrado del 7 al 10 de octubre en el edificio sede de la OPAQ, ubicado en La Haya, Reino de los Países Bajos.
“Tal peligro ha sido condenado y advertido por numerosos actores nacionales y multilaterales, como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), los BRICS y el Movimiento de Países No Alineados (MNOAL), entre otros, quienes han rechazado tales amenazas militares, respaldando la existencia de América Latina y el Caribe como Zona de Paz decretada en el año 2014 y, muy particularmente, el derecho de Venezuela a la paz y al desarrollo”, sostuvo el embajador Constant Rosales, durante su intervención.
Ratificó el apoyo de Venezuela a la declaración presentada por la delegación de Uganda, en nombre del MNOAL más China, en la que expresa profunda preocupación respecto al despliegue de fuerzas militares en el Caribe.
Asimismo, denunció la acción abiertamente genocida de Israel en Palestina y la utilización de sustancias químicas por los ejércitos de la Potencia Ocupante, al tiempo que reiteró la condena a la agresión de las fuerzas israelíes contra la República Islámica de Irán y el Estado de Qatar, por constituir una flagrante violación del Derecho Internacional y la Carta de las Naciones Unidas, destacando que “en nada ayuda a la Convención de Armas Químicas la existencia de una impunidad en cuanto al uso de cualquier arma, incluyendo la química, bajo el amparo de la fuerza y la barbarie”.
El diplomático venezolano denunció las más de 1.040 criminales e ilegales medidas coercitivas unilaterales (MCU), que afectan a todo el pueblo Venezuela y de las cuales cada vez resulta más evidente que constituyen un modelo fracasado para procurar cambios políticos a través del dolor socioeconómico y que, en el caso de la OPAQ, se convierten en elementos que obstaculizan el trabajo integral de los países víctimas de las sanciones, generando ruidos innecesarios que distraen la atención sobre el cabal cumplimiento de la Convención.
El Consejo Ejecutivo de la OPAQ es responsable de supervisar las actividades de la Secretaría Técnica de la organización, así como de promover la aplicación y el cumplimiento efectivos de la Convención sobre las Armas Químicas, a los fines de alcanzar un mundo libre de armas químicas y de la amenaza de su uso. De igual forma, cuenta con un programa de cooperación internacional y asistencia que brinda a los Estados el fortalecimiento de sus capacidades nacionales, centrados en el fomento de que la química se emplee para la paz, el progreso y la prosperidad.
La Representación Permanente de la República Bolivariana de Venezuela ante la OPAQ, Corte Penal Internacional (CPI) y otros Organismos y Tribunales Internacionales con sede en el Reino de los Países Bajos continúa trabajando en este sentido, en estricto apego a los principios de la Diplomacia Bolivariana de Paz y fortaleciendo la presencia venezolana en los espacios multilaterales.
Representación Permanente de Venezuela ante la OPAQ
