En nombre del Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de las Naciones Unidas, el ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores de Venezuela, Yván Gil, advirtió este jueves que las consecuencias del intento de erosionar el multilateralismo “podrían ser devastadoras para los delicados equilibrios que aún hoy sostienen la paz mundial y el actual orden internacional”.
El alerta lo expuso durante su intervención en el Debate Abierto de Alto Nivel del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), bajo el tema “Liderazgo para la Paz”, celebrado en Nueva York, donde indicó que el Grupo respalda la declaración en el espacio realizada por la Delegación de la República de Uganda, en nombre del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL).
Gil contextualizó que el mundo experimenta tensiones geopolíticas y una creciente polarización. “El hegemonismo, los intentos de promover una supremacía inexistente en todos los órdenes y el recurso cada vez más frecuente al unilateralismo plantean graves desafíos y amenazas que atentan directamente contra los principios y propósitos fundamentales consagrados en la Carta de las Naciones Unidas”, alertó.
Afirmó que el multilateralismo y las Naciones Unidas están siendo puestos a prueba, ya que ambos son objetos de ataques en la actualidad. En este sentido, señaló que los intentos de sustituir los propósitos y principios contenidos en la Carta de la ONU y en el Derecho Internacional por un denominado «orden basado en reglas” tienen el potencial de socavar el Estado de Derecho en el ámbito internacional y los preceptos contenidos en el documento fundacional de la Organización.
En efecto, “el multilateralismo está cambiando, pero no precisamente en la dirección correcta, ni mucho menos es capaz de ofrecer garantías a todos los miembros de la comunidad internacional, especialmente en el ámbito de la paz y la seguridad, que en última instancia tienen implicaciones directas sobre el desarrollo sostenible”, expuso el diplomático venezolano.
Señaló que para avanzar hacia un mundo más pacífico, justo y menos desigual es necesario, entre otras cosas, abordar eficazmente las causas raigales de los conflictos, como la pobreza y la exclusión social. “Sin un desarrollo sostenible que abarque a la gran mayoría de la población planetaria, no habrá paz sostenible en el mundo”, sentenció.
Además, el Canciller puntualizó que la creciente securitización de las relaciones internacionales está teniendo un impacto negativo, especialmente en los países en desarrollo. “La instrumentalización y politización del Consejo de Seguridad para lograr ventajas estratégicas, incluso abordando cuestiones que sobrepasan claramente el ámbito de su mandato, contribuye, en gran medida, a su actual falta de acción sobre la Cuestión de Palestina”, ejemplificó.
En relación con esta causa, agregó que “asistimos a un brutal genocidio, por un lado, debido a la posición de los Estados Unidos de América, y, por otro, debido a la falta de implementación de las resoluciones del Consejo de Seguridad al respecto”, lo que “ya ha costado más de 40.000 vidas inocentes”.
Para el Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de la ONU, la labor del Consejo de Seguridad ha de reflejar las realidades del mundo multipolar emergente, basándose en el respeto mutuo de la soberanía, en el principio de igualdad de derechos y autodeterminación de los pueblos, en el diálogo político, la tolerancia, la coexistencia pacífica, el respeto de la diversidad, la cultura de paz y la no violencia, así como en el respeto de los principios de no intervención en los asuntos internos de los Estados y de abstención del uso o de la amenaza del uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de los Estados.
