La República Bolivariana de Venezuela rechaza de manera categórica y contundente las declaraciones irresponsables, parciales y profundamente politizadas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, presentadas este 27 de junio de 2025 ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Resulta cínico y profundamente ofensivo que quien ha guardado un silencio cómplice frente al genocidio en curso contra el pueblo palestino, que no ha pronunciado palabra alguna sobre las masacres ejecutadas en el Líbano y Siria, donde se han violado masivamente los derechos humanos y se han atacado hospitales, escuelas y civiles inocentes, pretenda dar lecciones morales al pueblo venezolano, que ha resistido con dignidad las más graves agresiones externas.
El señor Türk ha optado por convertirse en una pieza operativa de los intereses del poder imperial estadounidense, viajando incluso a Washington para recibir instrucciones destinadas a proteger y legitimar a grupos terroristas venezolanos que operan desde el extranjero con total impunidad. Desde ahí, orquesta campañas para socavar las instituciones democráticas de Venezuela, sin éxito alguno.
Denunciamos también su cómplice silencio ante el secuestro de 252 ciudadanos venezolanos que permanecen detenidos en condiciones infrahumanas en campos de concentración en El Salvador, sin debido proceso ni contacto con sus familias. ¿Dónde está su supuesta preocupación por los derechos humanos? ¿Dónde están sus informes y sus condenas?
El señor Volker Türk no defiende los derechos humanos: los instrumentaliza políticamente. Su gestión quedará registrada en la historia como una de las más nefastas que haya pasado por la Oficina del Alto Comisionado, comparable únicamente con la desastrosa actuación de Luis Almagro al frente de la OEA, institución a la que logró deslegitimar por completo.
Pretende acabar con la credibilidad y la operatividad de la Oficina del Alto Comisionado, en complicidad con los centros de poder que impulsan guerras, bloqueos económicos y cambio de régimen. Sin embargo, al igual que sus patrocinadores, ha fracasado.
Venezuela reafirma su compromiso con los verdaderos derechos humanos, con la paz, la justicia social y el respeto a los pueblos. Y reitera su exigencia a la ONU de recuperar su imparcialidad y su vocación humanista, antes de que sea tarde.
Caracas, 27 de junio de 2025