El ministro del Poder Popular para Relaciones Exteriores, Yván Gil, destacó que la protección de las nuevas tecnologías debe convertirse en una prioridad de orden estratégico para Naciones Unidas, en el 78° período de sesiones de la Asamblea General de la ONU, que se celebra en Nueva York.
Durante su intervención, instó a promover desde los principios democráticos y la defensa de los derechos humanos, “una regulación justa y equitativa, que no permita la concentración de estas nuevas herramientas en función de los intereses y el control de unos pocos”, por lo que rechazó el uso de estas nuevas tecnologías para la desestabilización de gobiernos legítimos, la destrucción de la armonía y la paz social.
El Canciller aseguró que Venezuela tiene serias y legítimas preocupaciones respecto a las “acciones de desestabilización, espionaje, sabotaje y ciberataques que han sido perpetradas en años recientes contra el sector bancario, el sistema eléctrico, la industria petrolera y los sistemas de salud nacionales”.
El diplomático venezolano reiteró que se debe recuperar el espíritu fundacional de las Naciones Unidas, mitigando el discurso y las prácticas de odio y rechazo, “sin disminuir los intentos de algunos sectores por promover tendencias racistas, discriminatorias y xenófobas, las cuales intentan revivir e incluso glorificar ideologías que ya creíamos superadas, como el fascismo, el nazismo, el neonazismo, el supremacismo blanco y los radicalismos nacionalistas”.
Recordó como hace 50 años atrás “el presidente mártir Salvador Allende fue asesinado por fascistas ejecutores de las órdenes de los intereses del capital transnacional”, tiempo después de atreverse a decir en Asamblea General de la ONU grandes verdades y convocarnos a trabajar por un orden económico internacional más justo.
Al tiempo, mencionó los intentos similares de atentados por el extremismo político y la cultura de odio en contra del jefe de Estado, Nicolás Maduro Moros, y la vicepresidenta de la República Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, así como también el intento por desconocer la voluntad democrática del pueblo brasileño a principios de este mismo año o los recientes desarrollos en la hermana República del Ecuador.
“Quienes dicen defender libertades, se convierten en perseguidores; quienes dicen defender la democracia, activan mecanismos de judicialización política para revertir procesos democráticos o para coartar la libertad de expresión”, afirmó Gil, refiriéndose al intervencionismo imperialista en contra de Julian Assange, quien sigue siendo un perseguido político.
Concluyó rechazando la persecución de diplomáticos por parte del gobierno de los Estados Unidos de América, en violación a la Convención de Viena, por lo que exigió la liberación inmediata del diplomático venezolano, Alex Saab, quien fue secuestrado ilegalmente.
MPP Relaciones Exteriores